jueves, 25 de agosto de 2011

Empresas Responsables y Emprendedores Sociales

La solidaridad es definitivamente la herramienta de desarrollo más perdurable y maravillosa que posee el ser humano.

La voracidad a la que responde la empresa que es parte del modelo de desarrollo económico que impera en la actualidad, la desvincula completamente de cualquier gestión retributiva o conciliadora con la sociedad, pues opera casi al margen del factor humano y estimando principalmente fines lucrativos y consumistas.

Sin embargo, es posible incorporar el factor humano a la gestión de las empresas y hacer dinero sin perder los parámetros necesarios de convivencia y armonía con el entorno natural y social.

La Unión Europea define la Responsabilidad Social Corporativa como la "expresión donde las empresas integran sus preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones empresariales y en sus interacciones con los stakeholders de una forma voluntaria".

Coincidiendo con lo que la UNED explicó en su primer anuario del Observatorio de la Responsabilidad Social Corporativa, partiendo de ésta como herramienta y estrategia de las empresas para lograr un desarrollo con objetivos de sostenibilidad, se logra llegar a la esfera del respeto a los derechos humanos y la preservación de los ecosistemas, mediante un aumento en la inversión en capital humano y medioambiental.

Para integrar este comportamiento corporativo a las sociedades, tanto consumidores como inversores deben aprehender su poder de condicionar la conducta de las empresas, de tal manera que los efectos de dicho condicionamiento puedan trascender a las características del producto e incluso a innovaciones normativas, con lo cual se logra un exitoso nexo sociedad civil-empresa-administración.
Talvez la forma más fácil de identificación de empresas que incorporan estas políticas es el etiquetado, mediante el cual consumidores pueden comparar, valorar y elegir productos específicos.
Sin embargo, la mayor negativa de los consumidores a optar por estos productos radica en el precio, el cual consideran que no debería aumentar, sino que el coste social debería incorporarse sin alterar el precio final. Pero, ¿es esto real..?

Actualmente, la finalidad de la Responsabilidad Social Corporativa ha llegado a desvirtuarse, pues las empresas la utilizan como una fachada o un distintivo de reputación, convirtiéndola incluso en una moda. Talvez interiorizando el concepto de responsabilidad social podría redirigirse su finalidad, de manera que se lo convierta en imprescindible como se lo hizo décadas atrás con la noción de Calidad.

Por su parte, reclamos de las ONGs han logrado cambios de comportamiento en las empresas que operan en países en vías de desarrollo, a partir del reconocimiento de que las empresas multinacionales no suelen relacionarse con los grupos de interés ni las realidades de su entorno, como el subdesarrollo. Por ejemplo, la campaña "ropa limpia" emprendida por la organización española Setem, se dedica a mejorar las condiciones laborales de los trabajadores del sector textil en todo el mundo.

Pero los esfuerzos no podrán tener el alcance necesario mientras los gobiernos, a través del diseño de políticas públicas y legislación, no tomen acciones reales. Entre otras: gestar un marco regulatorio que incorpore la responsabilidad social con iniciativas de transparencia (empresas obligadas a reportar sus prácticas, a partir de resultados en ámbitos como la ética, lo laboral, los derechos humanos, etcétera); crear incentivos al buen comportamiento de las empresas en este sentido; fomentar la sensibilidad, la educación y los valores, con miras a la formación de los futuros líderes y empresarios; y, dar más información, haciendo conocer a los consumidores su poder.

En este sentido, emprendedores sociales han logrado con éxito incorporar sus objetivos de responsabilidad social al fin mismo de su organización, demostrando algo que normalmente se pone en tela de duda: ser responsable es económicamente rentable y permite tanto durabilidad como una mayor calidad de vida.

Tal es el caso de La Fageda, empresa nacida en 1982 con el objetivo de lograr la integración sociolaboral de personas con discapacidad, que se dedica a la producción de lácteos y es la tercera productora de yogur en Cataluña, España.



En el Reino Unido, las denominadas Social Firms se han destacado por ser empresas que contratan trabajadores con desventajas. Estos negocios logran tener prosperidad económica, con el valor agregado de la integración de personas marginadas socialmente y combatiendo directamente la pobreza.


En México, Prospera, una empresa social, capacita a micro, pequeña y mediana empresas en el desarrollo de productos funcionales y competitivos para transformarse en empresas de alto rendimiento.

domingo, 21 de agosto de 2011

Reporte de la ABC sobre el pico del Petróleo (primer semestre de 2011)


Puntualizando:
  • Usamos 88 millones de barriles de petróleo diarios.
  • En algún punto la producción mundial de petróleo alcanzará su punto máximo y luego decaerá.
  • Pero... la producción mundial de crudo en los campos existentes ya alcanzó su pico en 2006.
  • ¿Entonces cuáles son las proyecciones de la Agencia Internacional de la Energía? Un incremento POTENCIAL de la producción de petróleo de hasta 96 millones de barriles diarios en 2035. Pero... no existe una garantía real de que este petróleo pueda ser desarrollado y entregado a los mercados oportunamente.
  • Científicos suecos consideran que, a diferencia de lo que la AIE afirma, los campos aún por desarrollarse y aquellos aún por descubrirse ya se encuentran también en su nivel máximo. Si esto es así, la disminución de la demanda generada durante la Crisis Mundial de 2008 fue lo que provocó una aparente seguridad, que ha permitido que nadie se fije en esta realidad.
  • Y, entre las dudas y fluctuaciones, surgió una certeza: el "Oil Crunch", que se produce cuando la demanda de petróleo se vuelve mayor a la oferta mundial, pues esta empieza a decaer. El mayor temor radica en que la caída sea tan estrepitosa que genere un colapso. Estimación: años 2013-2014 . Efecto principal: encarecimiento del petróleo, sus productos derivados y las actividades que lo consumen. Consideración: el petróleo se encuentra actualmente en todos los ámbitos de la economía del mundo, por lo tanto, si llega a haber tal encarecimiento y un trastorno en su suministro, se generaría caos.
  • Pero, ¿por qué no solo conseguir más petróleo? Ya no es tan fácil como antes: ahora la tercera parte de todo el petróleo es sólo encontrado a grandes profundidades, para lo cual costosas máquinas con tecnología de punta deben ser empleadas, generando un añadido factor de riesgo inminente a la integridad de personas, fauna y flora.

sábado, 20 de agosto de 2011

El Recorrido hacia un Consumo Responsable

Considero que el recorrido para mejorar nuestros hábitos de consumo inicia con dos actitudes y decisiones centrales:
  1. Consciencia de consumo, con la adquisición de información veraz y una subsecuente reflexión; y,
  2. Coherencia del consumidor entre la consciencia adquirida y lo que finalmente consume.
Entre otros casos, tenemos que para quienes generen una consciencia de consumo de "comercio justo", tendrán su perchero en el supermercado. 
Foto: Ministerio de Finanzas de Berlín-Alemania.
Para quienes generen una consciencia de consumo "ambientalista", podrán encontrar productos de fabricación y uso sostenible. 
Foto: Vehículo eléctrico. Berlín-Alemania.
Para quienes generen una consciencia de consumo "animalista", encontrarán en el mercado productos con sus requerimientos como consumidor sensible al trato hacia los animales. 
Foto: Cisnes en Brugge-Bélgica.
A propósito del último ejemplo citado quisiera compartirles una importante base de datos, que debería acompañar en sus compras semanales a todos los individuos que hayan logrado desarrollar este tipo de consciencia y sensibilidad:
PETA aquí nos permite conocer qué marcas tienen políticas de no experimentación en animales, desde detergentes hasta vitaminas. Cuando adquirimos consciencia de los beneficios que generamos a partir de nuestro cambio de hábitos de consumo, podemos trascender del mero consumo de productos necesarios, suntuarios o embellecedores, a consumir productos además libres de cualquier tipo de crueldad contra toda forma de vida animal. Maravilloso, ¿no?

En la actualidad no hay muchas excusas para los consumidores, pues  a través de los productos por los que pagamos, incluso podemos colaborar con estudios científicos sobre el cáncer de mama o aportar en programas de ayuda alimentaria en África. Y, la variedad permite, además, que cada vez sea menor la brecha de precios entre un producto que propende al bienestar general y otro que propende a un cierto grado de explotación.
De tal manera, comprar el paquete de café más barato de mi supermercado local cuesta aproximadamente 1,20 euros menos que un paquete de café elaborado dentro de un programa de estímulo a agricultores centroamericanos.


Es real, el acceso a estos productos y la variedad tiene límites, sobre todo en lugares como mi país natal, Ecuador. Sin embargo, es posible consumir de manera consciente y coherente permanentemente si agregamos una tercera actitud y decisión al recorrido emprendido: el Compromiso.

viernes, 19 de agosto de 2011

Consumidores de la UE promueven el actual etiquetado obligatorio de huevos

El 26 de junio de 1990, la Comunidad Europea adoptó el REGLAMENTO (CEE) No. 1907/90 DEL CONSEJO, relativo a determinadas normas de comercialización de los huevos. En él -incorporándose posteriores modificaciones-, se expresa lo que sigue:


  1. Se establece una clasificación de los huevos que se comercialicen dentro de la Comunidad Europea, según categorías de calidad.
  2. Dentro de esta clasificación se encuentran los huevos Catergoría A, es decir, aquellos "huevos frescos" de consumo general.
  3. Los huevos que pertenezcan a dicha categoría, conforme reza el Artículo séptimo literal a) del Reglamento: "irán marcados con un código que exprese el número distintivo del productor y que permita identificar el sistema de cría".


En línea con lo anterior, el 15 de mayo de 1991, se crea el REGLAMENTO (CEE) No. 1274/91 DE LA COMISIÓN, por el que se establecen las disposiciones de aplicación del precitado Reglamento (CEE) No. 1907/90. En este, ya se detalla cuál es el sistema de cría al que hace referencia el Reglamento 1907/90:

Foto: aveselchoique.blogspot.com
  1. Huevos de gallinas camperas, es decir, criadas al aire libre.
  2. Huevos de gallinas criadas en parque.
  3. Huevos de gallinas explotadas en el suelo.
  4. Huevos de gallinas criadas en aseladero, es decir, donde las gallinas normalmente se acomodan para dormir.
  5. Huevos de gallinas criadas en batería o jaulas.
Foto: evasionenlagranja.blogspot.com

Por lo tanto, en virtud de la obligatoriedad de imprimir un código que responda al sistema de cría del animal ponedor, la clasificación se ha encasillado en 4 números que la representan.

 Foto: http://www.huevo.org.es

Asimismo, debe prestarse atención a lo que indica el numeral octavo del Anexo de la DIRECTIVA 1999/74/CE DEL CONSEJO de 19 de julio de 1999, por la que se establecen las normas mí’nimas de protección de las gallinas ponedoras: 
"Sin perjuicio de lo dispuesto en el punto 19 del anexo de la Directiva 98/58/CE, queda prohibida toda mutilación. No obstante, para evitar el picado de las plumas y el canibalismo, los Estados miembros podrán autorizar que se recorte el pico de las aves siempre y cuando dicha operación sea practicada por personal cualificado y sólo sobre los polluelos de menos de 10 días destinados a la puesta de huevos". 
En este sentido, debe tenerse en consideración que condiciones de mayor hacinamiento provocan mayores situaciones de picado y canibalismo.


La fe mueve montañas; los consumidores movilizan la creación de normativa. 
Es importantísimo identificar la labor del consumidor en los logros alcanzados en este tema, a nivel europeo.
Conforme expresa el texto de la normativa citada, su promulgación respondió a una preocupación generalizada de consumidores y organizaciones, acerca del sistema de cría de las gallinas ponedoras, factor que se convirtió en uno "de primera importancia a la hora de comprar huevos". Luego, se modifican las normas de comercialización y se hace "obligatoria la indicación del sistema de cría en los huevos y los envases con el fin de no inducir a error al consumidor. Y, para que éste tenga un conocimiento real del sistema de cría y pueda elegir así entre las diversas categorías de huevos". (Las negritas y el subrayado son míos)

Energía Gris

Se conoce como "energía gris" aquella que es empleada y consumida a lo largo de todo el ciclo de un producto.

El ciclo de vida de un producto va desde su fabricación hasta el consumo del producto y la consecuente generación de un residuo.

Foto: Mercat de la Boquería. Bcn-Esp

Más allá, el ciclo de vida económico de los productos incorpora no sólo costes de producción y fabricación, sino además costes de instalación, uso, mantenimiento y complementos. Evaluar estos factores es idóneo para un consumidor que quiere conocer el coste real de los productos que consume.

Para el consumidor que desea asumir con responsabilidad la adquisición de productos sostenibles, el análisis debe ser más minucioso. Para ello, es necesario tener en consideración, entre otros, los siguientes factores: 
  • Proceso de fabricación del producto: si el producto requiere materiales que necesitan de temperaturas altas para su fabricación, eso derivará en un mayor consumo de energía y una mayor generación de gases. Ejemplo, el vidrio. 
  • Materiales y componentes: mientras más partes de diferentes lugares del mundo compongan un único producto, más energía habría sido empleada en su creación y ensamblaje. Ejemplo, aparatos electrónicos y vehículos.
  • Comercialización y transporte: mientras mayor sea la extensión geográfica cruzada para la comercialización y el transporte de los productos, mayor energía se habría empleado durante estas etapas de su ciclo de vida. Ejemplo, las importaciones.
Foto: Puerto de Bcn-Esp
  • Productos locales: son los que menos energía utilizan, sobre todo, para su comercialización y transporte. Además, desarrollan la autosuficiencia de su localidad y tienen más adaptabilidad a los requerimiento de sus consumidores, pues existe una relación más directa. Mientras más cercano sea el lugar de su producción, mejor.
Foto: Mercat de la Boquería. Bcn-Esp
  • Durabilidad: cuánto dure un producto, a largo plazo, puede disminuir sus costes y su energía de uso. Ejemplo, utilizar un vaso de vidrio (cuya elaboración emplea mayor energía gris), a largo plazo, puede resultar más eficiente que utilizar cotidianamente vasos desechables.
  • Reparación: arreglar productos averiados en lugar de comprar productos nuevos suele ser más eficiente, sobre todo en el caso de aparatos electrónicos.
  • Moda: que la moda dirija nuestros hábitos de consumo provoca que cada vez que el mercado nos ofrezca un producto más atractivo o actual, caigamos en un consumo que no responde a ningún estándar ni límite de racionalidad.
Foto: Berlín-Alemania.

La Huella de Carbono

Queremos mejorar nuestros hábitos de consumo y muchas veces no sabemos cómo ni por dónde empezar.
Una idea: partir del análisis de nuestro Impacto en el planeta. Luego, iniciar actividades y generar un consumo que propendan a la disminución de dicho impacto.

Entre otras, la mayor consecuencia del impacto humano en la Tierra es la emisión de Gases Efecto Invernadero.

Imagen: presentación del Dr. Ángel López. UB-España.

Los rayos del sol tienen una longitud de onda corta, lo que les permite atravesar las capas atmosféricas y penetrar la Tierra. Una vez que llegan al suelo y entran en contacto con madera, vegetación y animales, esa radiación solar al calentar los cuerpos se convierte en radiación infrarroja. Pero este tipo de radiación, de larga longitud de onda, encuentra difícil escapar de la Tierra, de manera que se queda atrapada en la atmósfera y luego rebota para volver a caer en un punto diferente del planeta, calentándolo. A esto se conoce como Efecto Invernadero.
El incremento exacerbado de gases efecto invernadero (principalmente CO2, también NOX, SOX, etc.) en el último siglo hacen que se produzca un sobre calentamiento, que se conoce como Calentamiento Global.

Siendo el dióxido de carbono (CO2) el principal responsable de estos fenómenos, es en su reducción donde radica mayormente la disminución de nuestro impacto.
La huella de carbono es el cálculo de las emisiones de carbono que cada uno de nosotros generamos, en nuestra vida cotidiana o en nuestros negocios, a lo largo de un año. Debe tenerse en consideración que por cada kw.h de energía consumido en casa, en la oficina, etc., en origen se producen 0,8 kg de gases efecto invernadero, y que el consumo de cada litro de gasolina de nuestros vehículos corresponde a la generación de 2,34 kg de CO2.


La incorporación del cálculo de la huella de carbono en nuestras actividades y negocios no es sólo un reconocimiento del impacto generado y una retribución al medio ambiente, sus efectos llegan mucho más lejos: permite convertir intangibles en tangibles; intangibles tales como la biodiversidad, la deforestación, la explotación, los efectos negativos sobre la vida humana y animal que dependen de ciertas condiciones que les han sido arrebatadas, etcétera.
Y quisiera hacer hincapié en la idea de "convertir intangibles en tangibles", pues su importancia es tal que no fue sino hasta que las sociedades se dieron cuenta de que la falta de reconocimiento de los intangibles hacía imposible una consideración real y justa de los efectos de la industrialización, la explotación de recursos naturales y la globalización, que estos pudieron ser incorporados en los estándares de elaboración de sus productos, en las actividades de sus empresas y en sus legislaciones. Pues, en los intangibles se transparentan las verdaderas condiciones de los sectores más desprotegidos y marginados que la actividad del hombre contemporáneo provoca.

Foto: Toulouse-Francia
Para el cálculo de la huella de carbono deben tomarse en cuenta muchos factores, principalmente aquellos que involucren actividades de consumo de energías fósiles. Para ello, podemos utilizar una calculadora de huella de carbono, siempre teniendo en cuenta que los resultados y las recomendaciones de reducción deben ajustarse a la realidad de la sociedad donde vivimos.

Una vez que adquirimos conocimiento del impacto de nuestras propias actividades, podemos tomar medidas conscientes y responsables de consumo: de reducción y compensación del CO2 emitido.